Según las declaraciones de unos ex-empleados de la compañía Kaspersky Labs, ésta habría ocultado en su antivirus código malicioso que infectaba archivos importantes del sistema con la intención de que si se ejecutaban otros antivirus, éstos localizaran dichos ficheros y los pusieran en cuarentena o incluso los borraran. De ésta forma nuestro ordenador dejaba de funcionar con normalidad y así quedaban desacreditados otros programas de la competencia. Por supuesto la empresa ha negado tales acusaciones, alegando que eso sería algo carente de toda ética e incluso ilegal.
En multitud de ocasiones he oído comentarios del tipo «seguro que son las mismas compañías las que programan los virus para asegurarse su negocio». Y en este caso parece que estos rumores dejan de serlo para acrecentar nuestra desconfianza hacia algunas compañías que, con el único ánimo que el de su propio lucro, nos ocultan en sus productos ciertas procesos que van encaminadas a conocer nuestras costumbres, gustos, aficiones, o como en éste caso a dejar en mal lugar a la competencia a costa del funcionamiento de nuestras máquinas.
No es la primera vez que me encuentro con programas que van preparados de alguna manera a que tengamos que necesitar la ayuda del servicio técnico de turno a costa del correcto funcionamiento de sus aplicaciones, pero llegar al punto de estropear nuestro sistema para que otros queden en mal lugar eleva a otro nivel estas prácticas, más aún cuando se trata de un software que se supone vela por nuestra seguridad e integridad del sistema.
Estos comportamientos unicamente van a hacer que nuestra confianza en las empresas informáticas sea cada vez menor y nos lo pensemos un poco antes de adquirir una u otra solución informática.